lunes, 27 de mayo de 2013

"Nuestro miedo más profundo no es que somos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos más allá de cualquier medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, que la mayoría nos asusta. Nos preguntamos, quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso? En realidad, que a no ser que usted? Usted es un hijo de Dios. Su juego no sirve a los pequeos del mundo. No hay nada esclarecedoras acerca de la reducción a fin de que otras personas no se sienten inseguros a tu alrededor. Hemos nacido para hacer manifiesta la gloria de Dios que está en nosotros. No es sólo en algunos de nosotros, es de todos. Y, como dejamos que nuestra propia luz brille, inconscientemente dar permiso a otras personas a hacer lo mismo. Como estamos liberados de nuestro propio miedo, nuestra presencia libera automáticamente a otros. "